"Vence la indiferencia y conquista la paz"
Dios no es indiferente. A Dios le importa la humanidad, Dios no la abandona.
Custodiar las razones de la esperanza.
Algunas formas de indiferencia.
La paz amenazada por la indiferencia globalizada.
De la indiferencia a la misericordia: la conversión del corazón.
Promover una cultura de solidaridad y misericordia para vencer la indiferencia.
La paz: fruto de una cultura de solidaridad, misericordia y compasión.
La paz en el signo del Jubileo de la Misericordia.
En esta perspectiva, deseo dirigir un triple llamamiento para que se evite arrastrar a otros pueblos a conflictos o guerras que destruyen no sólo las riquezas materiales, culturales y sociales, sino también —y por mucho tiempo— la integridad moral y espiritual; para abolir o gestionar de manera sostenible la deuda internacional de los Estados más pobres; para la adoptar políticas de cooperación que, más que doblegarse a las dictaduras de algunas ideologías, sean respetuosas de los valores de las poblaciones locales y que, en cualquier caso, no perjudiquen el derecho fundamental e inalienable de los niños por nacer.
Confío estas reflexiones, junto con los mejores deseos para el nuevo año, a la intercesión de María Santísima, Madre atenta a las necesidades de la humanidad, para que nos obtenga de su Hijo Jesús, Príncipe de la Paz, el cumplimento de nuestras súplicas y la bendición de nuestro compromiso cotidiano en favor de un mundo fraterno y solidario.
Vaticano, 8 de diciembre de 2015
Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María
Apertura del Jubileo Extraordinario de la Misericordia
FRANCISCUS
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