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domingo, 3 de marzo de 2013

Benedicto XVI, su futuro, su legado, etc.

(etcmegacel 03-Mar-2013) El Papa Benedicto XVI sera recordado como uno de los teólogos y pensadores mas influyentes de los siglos XX y XXI. de clic en la imagen para ver mas 
fuente www.desdelafe.mx/eco-semanal.html

viernes, 1 de marzo de 2013

Homenaje a Benedicto XVI, Vatican. Va.

(etcmegacel 01-Mar-2013) Homenaje virtual que recorre en imágenes y frases el pontificado de Benedicto XVI. (de clic en la imagen para verlo).

jueves, 28 de febrero de 2013

Benedicto XVI "Vergels's Gott, que Dios se lo pague”

(etcmegacel 28-Feb-2013) Hacemos nuestras las palabras del CARD. ANGELO SODANO,
(Cardenal Decano) dirigidas al Santo Padre Benedicto XVI.“Hoy queremos una vez más manifestarle todo nuestro agradecimiento. A coro le repetimos una expresión típica de su querida tierra natal: Vergels's Gott, que Dios se lo pague”. 

miércoles, 27 de febrero de 2013

Benedicto XVI, repique de campanas en todo México.

(etcmegacel 27-Feb-2013) Circular No. 12/13 CEM. El Consejo de Presidencia y el Consejo Permanente del Episcopado Mexicano, atendiendo a la iniciativa de varios señores Obispos, me ha encomendado dirigirme a usted para invitarle a que, como Iglesia que peregrina en México, nos unamos el día 28 de febrero a las 20:00 hrs. tiempo de Roma (13:00 hrs. tiempo del centro de México) en acción de gracias a Dios por el fructífero pontificado de S.S. Benedicto XVI, con el repique de las campanas de las catedrales y los templos de las diócesis y prelaturas de la República Mexicana. Pongamos en manos de Dios, por intercesión de Santa María de Guadalupe, al Papa Benedicto XV, de cuya visita a nuestra patria conservamos un grato recuerdo, así como a la Iglesia Universal, que entra en sede vacante, implorando nos conceda un nuevo Papa según su voluntad.
+ Eugenio Lira Rugarcía
Obispo Auxiliar de Puebla
Secretario General de la CEM

domingo, 24 de febrero de 2013

S.S. Benedicto XVI, su último Ángelus como vicario de Cristo.

(etcmegacel 24-Feb-2013) Palabras del Santo Padre en su ultimo Ángelus como vicario de Cristo: “Esta Palabra de Dios la siento especialmente dirigida a mí, en este momento de mi vida. El Señor me ha llamado a "subir al monte", para dedicarme aún más a la oración y a la meditación. Pero esto no significa abandonar la Iglesia; en efecto, si Dios me pide esto es sólo para que yo pueda seguir sirviéndola con la misma dedicación y el mismo amor con que he intentado hacerlo hasta ahora, pero de una manera más adecuada para mi edad y para mis fuerzas. Invoquemos la intercesión de la Virgen María: !Que nos ayude a seguir siempre al Señor Jesús en la oración y en la caridad laboriosa!”. (Ver mas aquí)

martes, 12 de febrero de 2013

Renuncia el Papa al ministerio Petrino.

(etcmegacel 12-Feb-2013) Os doy las gracias de corazón por todo el amor y el trabajo con que habéis llevado junto a mí el peso de mi ministerio, y pido perdón por todos mis defectos. Ahora, confiamos la Iglesia al cuidado de su Sumo Pastor, Nuestro Señor Jesucristo, y suplicamos a María, su Santa Madre, que asista con su materna bondad a los Padres Cardenales al elegir el nuevo Sumo Pontífice”. Así lo afirmó el Papa durante el Consistorio Público Ordinario de esta mañana... (vea aquí la noticia completa)
(de clic en la imagen para ver el especial sobre el Papa Benedicto XVI)

Tomada de http://www.facebook.com/evangelidigitalizacion



sábado, 2 de febrero de 2013

Año de la FE, Mensaje del Papa, Cuaresma 2013


     (etcmegacel 2-Feb-2013) Creer en la caridad suscita caridad ‘Hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él’ ( I Jn 4,16) Es el Mensaje de Benedicto XVI para la Cuaresma 2013, que se presentó esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
     «Queridos hermanos y hermanas» - escribe el Papa - «la celebración de la Cuaresma en el Año de la fe nos ofrece una ocasión preciosa para meditar sobre la relación entre fe y caridad: entre creer en Dios, el Dios de Jesucristo, y el amor que es fruto de la acción del Espíritu santo y nos guía por un camino de entrega a Dios y a los demás».
     El Mensaje cuaresmal pontificio se subdivide en cuatro puntos: «La fe como respuesta al amor de Dios». «La caridad como vida en la fe». «El lazo indisoluble ente fe y caridad». Y «Prioridad de la fe, primado de la caridad». (Vea el mensaje completo aquí)
(de clic en la imagen para ver el especial de cuaresma)



lunes, 8 de octubre de 2012

Inaugurado el Sínodo de los Obispos

(etcmegacel 8-Oct-2012) Con esta solemne concelebración inauguramos la XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tiene como tema: La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana. (de clic en la imagen para más información).

domingo, 25 de marzo de 2012

jueves, 2 de febrero de 2012

EL PAPA BENEDICTO XVI EN MÉXICO

CEREMONIA DE BIENVENIDA
DISCURSO DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
Silao, Aeropuerto internacional de Guanajuato
Viernes 23 de marzo de 2012

Excelentísimo Señor Presidente de la República,
Señores Cardenales,
Venerados hermanos en el Episcopado y el Sacerdocio,
Distinguidas autoridades,
Amado pueblo de Guanajuato y de México entero

Me siento muy feliz de estar aquí, y doy gracias a Dios por haberme permitido realizar el deseo, guardado en mi corazón desde hace mucho tiempo, de poder confirmar en la fe al Pueblo de Dios de esta gran nación en su propia tierra. Es proverbial el fervor del pueblo mexicano con el Sucesor de Pedro, que lo tiene siempre muy presente en su oración. Lo digo en este lugar, considerado el centro geográfico de su territorio, al cual ya quiso venir desde su primer viaje mi venerado predecesor, el beato Juan Pablo II. Al no poder hacerlo, dejó en aquella ocasión un mensaje de aliento y bendición cuando sobrevolaba su espacio aéreo. Hoy me siento dichoso de hacerme eco de sus palabras, en suelo firme y entre ustedes: Agradezco decía en su mensaje el afecto al Papa y la fidelidad al Señor de los fieles del Bajío y de Guanajuato. Que Dios les acompañe siempre (cf. Telegrama, 30 enero 1979).

Con este recuerdo entrañable, le doy las gracias, Señor Presidente, por su cálido recibimiento, y saludo con deferencia a su distinguida esposa y demás autoridades que han querido honrarme con su presencia. Un saludo muy especial a Monseñor José Guadalupe Martín Rábago, Arzobispo de León, así como a Monseñor Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de Tlalnepantla, y Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y del Consejo Episcopal Latinoamericano. Con esta breve visita, deseo estrechar las manos de todos los mexicanos y abarcar a las naciones y pueblos latinoamericanos, bien representados aquí por tantos obispos, precisamente en este lugar en el que el majestuoso monumento a Cristo Rey, en el cerro del Cubilete, da muestra de la raigambre de la fe católica entre los mexicanos, que se acogen a su constante bendición en todas sus vicisitudes.

México, y la mayoría de los pueblos latinoamericanos, han conmemorado el bicentenario de su independencia, o lo están haciendo en estos años. Muchas han sido las celebraciones religiosas para dar gracias a Dios por este momento tan importante y significativo. Y en ellas, como se hizo en la Santa Misa en la Basílica de San Pedro, en Roma, en la solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe, se invocó con fervor a María Santísima, que hizo ver con dulzura cómo el Señor ama a todos y se entregó por ellos sin distinciones. Nuestra Madre del cielo ha seguido velando por la fe de sus hijos también en la formación de estas naciones, y lo sigue haciendo hoy ante los nuevos desafíos que se les presentan.

Vengo como peregrino de la fe, de la esperanza y de la caridad. Deseo confirmar en la fe a los creyentes en Cristo, afianzarlos en ella y animarlos a revitalizarla con la escucha de la Palabra de Dios, los sacramentos y la coherencia de vida. Así podrán compartirla con los demás, como misioneros entre sus hermanos, y ser fermento en la sociedad, contribuyendo a una convivencia respetuosa y pacífica, basada en la inigualable dignidad de toda persona humana, creada por Dios, y que ningún poder tiene derecho a olvidar o despreciar. Esta dignidad se expresa de manera eminente en el derecho fundamental a la libertad religiosa, en su genuino sentido y en su plena integridad.

Como peregrino de la esperanza, les digo con san Pablo: «No se entristezcan como los que no tienen esperanza» (1 Ts 4,13). La confianza en Dios ofrece la certeza de encontrarlo, de recibir su gracia, y en ello se basa la esperanza de quien cree. Y, sabiendo esto, se esfuerza en transformar también las estructuras y acontecimientos presentes poco gratos, que parecen inconmovibles e insuperables, ayudando a quien no encuentra en la vida sentido ni porvenir. Sí, la esperanza cambia la existencia concreta de cada hombre y cada mujer de manera real (cf. Spe salvi, 2). La esperanza apunta a «un cielo nuevo y una tierra nueva» (Ap 21,1), tratando de ir haciendo palpable ya ahora algunos de sus reflejos. Además, cuando arraiga en un pueblo, cuando se comparte, se difunde como la luz que despeja las tinieblas que ofuscan y atenazan. Este país, este Continente, está llamado a vivir la esperanza en Dios como una convicción profunda, convirtiéndola en una actitud del corazón y en un compromiso concreto de caminar juntos hacia un mundo mejor. Como ya dije en Roma, «continúen avanzando sin desfallecer en la construcción de una sociedad cimentada en el desarrollo del bien, el triunfo del amor y la difusión de la justicia» (Homilía en la solemnidad de Nuestra Señor de Guadalupe, Roma, 12 diciembre 2011).

Junto a la fe y la esperanza, el creyente en Cristo, y la Iglesia en su conjunto, vive y practica la caridad como elemento esencial de su misión. En su acepción primera, la caridad «es ante todo y simplemente la respuesta a una necesidad inmediata en una determinada situación» (Deus caritas est, 31,a), como es socorrer a los que padecen hambre, carecen de cobijo, están enfermos o necesitados en algún aspecto de su existencia. Nadie queda excluido por su origen o creencias de esta misión de la Iglesia, que no entra en competencia con otras iniciativas privadas o públicas, es más, ella colabora gustosa con quienes persiguen estos mismos fines. Tampoco pretende otra cosa que hacer de manera desinteresada y respetuosa el bien al menesteroso, a quien tantas veces lo que más le falta es precisamente una muestra de amor auténtico.

Señor Presidente, amigos todos: en estos días pediré encarecidamente al Señor y a la Virgen de Guadalupe por este pueblo, para que haga honor a la fe recibida y a sus mejores tradiciones; y rezaré especialmente por quienes más lo precisan, particularmente por los que sufren a causa de antiguas y nuevas rivalidades, resentimientos y formas de violencia. Ya sé que estoy en un país orgulloso de su hospitalidad y deseoso de que nadie se sienta extraño en su tierra. Lo sé, lo sabía ya, pero ahora lo veo y lo siento muy dentro del corazón. Espero con toda mi alma que lo sientan también tantos mexicanos que viven fuera de su patria natal, pero que nunca la olvidan y desean verla crecer en la concordia y en un auténtico desarrollo integral. Muchas gracias.